Fortaleza y Amor: Ukon Takayama y Filipina Duchesne
El 7 de febrero de 2017, la Iglesia Católica de Japón fue nuevamente bendecida por la beatificación de Justo Ukon Takayama (1543-1615). Ukon era un líder cristiano prominente de la iglesia en el siglo XVI en Japón. Reflexionando sobre su vida en tiempos difíciles, encuentro similitudes entre Ukon y Filipina Duchesne, especialmente en la espiritualidad de su oración y en su perseverancia.
Cuando tenía doce años, tocado por el poderoso mensaje del Evangelio, Ukon fue bautizado con su padre, Dario. Primero siguió a su padre, pero después tuvo una experiencia de conversión. Frente a una elección crítica, después del discernimiento, abandonó el éxito mundano y eligió la fe. En una era de ambición y conflictos armados, Ukon perdió todo eligiendo la fe. Cuando se publicó el edicto anticristiano y comenzó la persecución, se convirtió en exiliado en diferentes lugares en Japón durante veintiocho años. Sin embargo, persistió en su servicio a los demás. Su sinceridad y misericordia como educador atrajeron a la gente; a su alrededor se formaron naturalmente algunas comunidades. Al final, se vio obligado a abandonar Japón para su exilio final en Filipinas. Llegó a Manila sólo para morir de fiebre alta.
La vida de Filipina fue marcada por su paciencia y humildad, mientras Ukon es recordado como una persona que "rebajó a sí mismo". Siguiendo a Cristo que se humilló, Ukon abandonó el éxito mundano y vivió en la simplicidad. Ni Ukon ni Filipina tuvieron éxito, pero nunca abandonaron su vocación misionera. En aparente fracaso, su amor y fortaleza brillaron. La oración fue su gran apoyo.
Viviendo en el mundo inestable de hoy, podemos aprender de un hombre del siglo XVI y de una mujer del siglo XIX el poder de elegir a Dios en confianza y fe.
Eriko Oyama, RSCJ, Provincia de Japón Imágenes: Mimaki Kazuko y Academy of the Sacred Heart, St. Charles